Aumento de Mamas (Mastoplastía de aumento)
La intervención quirúrgica para el aumento de mamas o mastoplastía de aumento logra dar mayor volumen y mejor forma a las mamas, mediante la inclusión de implantes.
Al evaluar la posibilidad de un aumento mamario, se debe tener la precaución de investigar si la compañía que fabrica los implantes cumple con el programa de calidad y seguridad que requiere la ANMAT, agencia estatal que rige sobre los medicamentos, alimentos y tecnología médica; y si el distribuidor en Argentina tiene la aprobación correspondiente.
Un tema no menos importante a considerar al encarar una cirugía de este tipo, consiste en la correcta elección del cirujano que hará la operación.
Es ideal que el cirujano sea especialista en cirugía plástica.
Es extraño que existan pacientes que se sometan a intervenciones quirúrgicas, como la inclusión de implantes mamarios u otras cirugías estéticas, por médicos que no han tenido un entrenamiento formal en cirugía plástica.
Es importante verificar que el médico tratante se encuentre Certificado por la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER). De ser así, se garantiza la atención por un especialista que cumplió con la capacitación exigida por sus pares, en cuanto a los conocimientos y entrenamiento profesional que acreditan que el cirujano plástico es idóneo y se actualiza periódicamente.
Si bien un cirujano plástico certificado no puede asegurar 100% de buenos resultados y ausencia total de complicaciones, es sin duda alguna la opción más segura para obtener resultados óptimos y para enfrentar las complicaciones, en caso de que ocurran.
El cirujano plástico deberá informar a la paciente sobre los distintos tipos de prótesis, superficie, perfil, diseño, procedencia y volúmenes disponibles. Explicará sobre los distintos abordajes posibles (incisiones por dónde colocar los implantes), beneficios e inconvenientes de cada uno de ellos como así también, la posible ubicación de las prótesis, (detrás de la glándula mamaria o detrás del músculo pectoral).
Podrá asesorar con criterio estético, con respecto al tamaño de las prótesis óptimo para mejorar la armonía corporal; los estudios preoperatorios necesarios, tipo de anestesia a utilizar, evolución y controles postoperatorios.
Todo ello permitirá que la paciente posea la suficiente información para realizar una elección adecuada y optimizará los resultados.
¿Hay distintos tipos de prótesis?
Los implantes más utilizados en la Argentina son los de gel de silicona. Fueron desarrollados a principios de los años 60 y a partir de ese momento, millones de mujeres en todo el mundo se han beneficiado con su inclusión.
Las prótesis poseen una envoltura de silicona y un contenido del mismo material, pero de consistencia gelatinosa.
Este tipo de prótesis es la que más se aproxima a la glándula mamaria y por consiguiente, con la que se obtienen los mejores resultados estéticos.
La superficie de los implantes puede a su vez, ser “lisa” o “texturizada”.
Con las prótesis de superficie lisa existe una gran experiencia. En la actualidad se siguen utilizando, aunque su uso prácticamente está reservado para la colocación en forma subpectoral, (por debajo del músculo pectoral mayor), debido a que en la ubicación subglandular, (debajo de la glándula mamaria y por sobre el músculo antes citado), tiene una incidencia de cápsula fibrosa retráctil (“endurecimiento”), mayor que con las prótesis texturizadas.
Estas últimas, se prefieren en la colocación subglandular. Tienen una baja incidencia de “cápsula” y hace varios años que se utilizan en forma masiva.
Hipomastia bilateral.
Distintos abordajes.
Colocación retropectoral.
Colocación retroglandular.
Distintas cicatrices resultantes.
Los implantes pueden ser colocados también en el plano subfascial, por arriba del músculo pectoral, pero por debajo de su aponeurosis y de la glándula mamaria.
Desde hace varios años se esta utilizando el gel “cohesivo” (gelatina interna del implante), disminuyendo aún más la migración del contenido de las prótesis a través de su cubierta.
También existen implantes con cobertura de “poliuretano” y rellenos con gel y otros con cobertura de silicona (lisa o texturizada), pero rellenos con solución fisiológica.
¿Por qué se utilizan mucho menos las prótesis de solución fisiológica en nuestro país?
Los implantes rellenos con solución fisiológica tienen algunas desventajas con respecto a las de gel de siliconas, como por ejemplo, tener una consistencia más firme, siendo las mamas menos naturales a la vista y el tacto.
Si se los rellena al máximo, se presentan firmes, esféricos y antinaturales. Por el contrario, si se los rellena “en menos” se presentarán más naturales, pero es probable que “traduzcan o copien” en la piel, los pliegues u ondulaciones del implante con insuficiente relleno.
Pueden también (aunque en bajo porcentaje), perder parte o todo el contenido si falla la válvula (deflación).
¿Por dónde pueden colocarse las prótesis?
Las vías de abordaje más comunes para la colocación de prótesis de mama son: la periareolar, la submamaria y la axilar. La elección depende básicamente de la preferencia de la paciente, aunque existen algunas limitaciones, como ser el tamaño de la aréola, el plano donde se colocará el implante, si existe ptosis mamaria (mamas caídas), la posibilidad de inhabilitar la realización de estudios específicos para el cáncer de mama como el “ganglio centinela”, etc.
Infrecuentemente pueden implantarse por el abdomen, en ocasión de combinar esta operación con una cirugía estética del abdomen o mediante instrumental diseñado especialmente en caso de utilizar implantes con solución fisiológica.
¿Qué anestesia se utiliza?
Es una decisión que se toma conjuntamente con la paciente. La operación puede practicarse con anestesia local, sumada a una sedación proporcionada por el anestesiólogo y luego de unas pocas horas de recuperación postoperatoria, la paciente puede retirarse a su domicilio. La alternativa de la anestesia general también es posible.
¿Dolor?
En las primeras 24 a 48 horas postoperatorias inmediatas es probable que exista algo de dolor o disconfor en la zona operada. Para ello se indican analgésicos. Luego de este período, la evolución es muy bien tolerada. Es común dejar un vendaje compresivo de 3 a 5 días.
¿Que complicaciones pueden producirse?
Existe la posibilidad de complicaciones comunes a cualquier otro procedimiento quirúrgico, como la producción de hematomas, seromas, cicatrices exageradas, hiper o hipopigmentadas, infección, etc; y otras propias de este tipo de cirugía: alteraciones en la sensibilidad de la mama o del complejo aréola-pezón, cápsula fibrosa o ruptura del implante.
En múltiples estudios, se probó que el número de complicaciones generales era inferior al de otras cirugías como histerectomías, mastectomías, apendicectomías.
Sin embargo existe un porcentaje de reoperaciones más o menos significativo, motivado por contractura capsular o dirigidas a la obtención de un mejor resultado estético.
¿Contractura capsular? ¿Qué es?
La contractura capsular consiste en una cicatriz fibrosa gruesa y constrictiva alrededor del implante. Esta condición hace que la mama se presente más firme y dura que lo deseado y con una apariencia esférica. A veces se agrega dolor.
La magnitud de este problema varía con cada paciente, desde una ligera firmeza de los senos que no afecta su forma, hasta otros casos que producen disconfor y requieren la reoperación de la paciente.
¿Qué porcentaje de ruptura tienen las prótesis?
Con respecto a la posibilidad de ruptura de los implantes; debe tenerse en cuenta que las empresas que fabrican implantes mamarios, lo hacen bajo estrictos estándares de resistencia a la compresión y desgaste a tiempo prolongado. No obstante, no se los debe considerar indestructibles. El trauma torácico o injuria mamaria puede incrementar la posibilidad de ruptura de los implantes.
No hay evidencia de que las maniobras compresivas practicadas durante los estudios mamográficos aumenten la chance de ruptura.
El porcentaje de ruptura de los implantes no es conocido exactamente. Las prótesis antiguas, tienen una tasa de ruptura mayor a los actuales, debido a una cobertura más delgada y un contenido más líquido del gel.
La posibilidad de falla de la envoltura de la prótesis, aumentaría progresivamente con el transcurso del tiempo, especialmente después de los 10 años de implantación.
¿Cómo advierte una paciente implantada que tiene una prótesis rota?
Todo cambio en la forma, tamaño o sensación en la mama, puede representar un signo de ruptura. Si algo de esto ocurre, la paciente debe consultar a su cirujano plástico para ser evaluada.
La ecografía mamaria es un excelente estudio para la detección de rupturas. La tomografía computada ofrece buena información, pero requiere altas dosis de radiación que no son recomendables.
No recomendamos la mamografía si se sospecha la ruptura de un implante. La resonancia magnética nuclear, que no emplea rayos x, probablemente sea el estudio complementario más adecuado.
Un alto número de pacientes con implantes rotos, no presenta ningún tipo de síntomas, tampoco la mamografía de rutina logra detectar la ruptura, y el gel queda dentro de la cápsula que ha fabricado el organismo, sin consecuencias importantes. Estos casos, se ponen en evidencia cuando reoperamos a la paciente para un recambio protésico o por una cápsula fibrosa.
¿Cuál es la conducta ante un implante roto?
Existe acuerdo en que un implante roto debe ser extraído. Se recomienda la reoperación, para removerlo conjuntamente con la cápsula que lo rodea.
¿Las prótesis de mama causan cáncer?
Las prótesis de mama han sido colocadas por más de 40 años. En todo este tiempo no hubo evidencia científica alguna que relacione los implantes con el cáncer de mama.
Existen trabajos médicos que compararon la incidencia de cáncer de mama en poblaciones de mujeres con y sin prótesis, verificando una tasa de cáncer similar o menor de cáncer en las mujeres implantadas con respecto a las que no tenían prótesis. Esto tampoco implica que exista un carácter protectivo de los implantes contra el cáncer.
Algunos especialistas creen que la presencia de las prótesis, demoraría el diagnóstico precoz del cáncer, ya que los mismos son opacos a los rayos x. Frente a ello, con la aplicación de la técnica de Eklund y en ausencia de contractura capsular importante, un buen radiólogo puede obtener imágenes satisfactorias para el adecuado monitoreo de los problemas mamarios.
¿En qué consiste la migración de la silicona?
Múltiples estudios presentados en los últimos diez años por universidades de todo el mundo, demuestran la ausencia de relación entre los implantes mamarios rellenos con gel de silicona y los desórdenes del tejido conectivo a los que tiempo atrás se los había ligado.
Concomitantemente, los estándares de calidad y seguridad de las prótesis han mejorado significativamente, en las prótesis de última generación se ha logrado una impermeabilidad aún mayor, al utilizarse gel de silicona “cohesivo”. La resistencia de la cobertura del implante también se ha incrementado.
Debe recordarse que la silicona es una sustancia habitualmente utilizada en varios dispositivos implantables en el cuerpo humano, debido a que es uno de los biomateriales con menor reactividad conocidos.
Se aplica en drenajes, articulaciones, bombas artificiales, marcapasos, implantes testiculares, malares, de mentón, pectorales, glúteos y mamarios. Forma parte de la cubierta de las cápsulas medicamentosas (para facilitar su deglución) y en la lubricación de jeringas, agujas y tubos de uso endovenoso.
Se utiliza también en el proceso industrial de gran cantidad de alimentos, cosméticos, medicamentos (especialmente antiácidos).
Cualquier individuo que ha donado sangre o recibido una inyección, ha recibido algo de silicona en su cuerpo.
Todos tenemos cierto nivel de silicona circulante en nuestra sangre. No obstante, no hay evidencia del desarrollo de alergias debido a la silicona; si bien se detectaron anticuerpos a la misma, esto no es sinónimo de enfermedad. Sólo traduce la respuesta de nuestro sistema inmunológico a la presencia de un cuerpo extraño.
La migración de la silicona contenida en los implantes se refiere a microscópicas cantidades de silicona que pueden atravesar la cobertura de la prótesis y en general quedan contenidas en la cápsula que ha formado el organismo.
La migración se ha reducido drásticamente al perfeccionarse la envoltura del implante y con la utilización de gel cohesivo.