Lifting de Cara y Cuello
El lifting atenúa el envejecimiento evidenciado por arrugas, acentuación de surcos y piel floja en la cara y el cuello.
El lifting mejorará significativamente su aspecto y probablemente su autoestima, pero no le otorgará una “nueva vida”.
Es común escuchar que el lifting “le sacará de cinco a diez años”. En realidad es difícil estimar la mejoría que se obtendrá; es más realista considerar que tendrá un muy buen aspecto para su edad, luego de un lifting exitoso. En cuanto a la duración del mismo, estará influenciada fuertemente por varios factores como la edad, herencia, calidad de piel, estructura ósea; y algunos hábitos como la dieta, el fumar cigarrillos o la ingesta de alcohol.
Básicamente, la operación consiste en el estiramiento y resección de la piel floja de la cara y el cuello. Habitualmente lo asociamos a una cirugía de párpados, para que no exista atemporalidad entre estos y el resto de la cara.
También recurrimos a otros procedimientos complementarios como rellenos faciales, Botox, peelings, microdermoabrasión, hilos de suspensión, liposucción de papada y/o mejillas, etc.; siempre con el propósito de obtener un resultado estético superior.
Actualmente realizamos liftings con mínimas cicatrices. Logramos que los estigmas de la cirugía sean menos perceptibles y la recuperación postoperatoria mucho más breve.
Todos los pacientes deben realizar estudios preoperatorios y se analizan los factores de riesgo específicos en cada uno de ellos.
Es indispensable una evaluación previa para decidir la estrategia de tratamiento.
Incisiones clásicas del lifting.
En gris, área de piel liberada para un lograr
un estiramiento más eficaz de los músculos.
Estiramiento y resección del excedente de piel,
luego de tensar los tejidos internos.
Intervención finalizada.
La anestesia a utilizar, es una decisión que se toma conjuntamente con el paciente.
Si bien podemos suministrar anestesia general con internación por 24 hs., habitualmente utilizamos anestesia local, sumada a una sedación proporcionada por el médico anestesiólogo, con un excelente confort durante la cirugía.
La cirugía demora algunas pocas horas, dependiendo de la magnitud de los procedimientos.
Es común un vendaje por 3 o 4 días luego de la intervención.
No suele haber dolor en el postoperatorio y la evolución es bien tolerada.
Suministramos medicación para minimizar el edema o hinchazón que puede producirse.
Las pacientes retoman su rutina habitual sin realizar esfuerzos, al cabo de una semana. Se debe aguardar más tiempo para iniciar actividades deportivas.
Existe la posibilidad de complicaciones comunes a cualquier otro procedimiento quirúrgico como la aparición de hematomas, seromas, infección, cicatrices inestéticas, etc. El hábito de fumar representa siempre un factor de riesgo adicional, ya que perjudica la normal cicatrización de las heridas.
Es conveniente que la cirugía sea realizada por un especialista en cirugía plástica. Es sin duda alguna, la opción más segura para obtener buenos resultados y para enfrentar las complicaciones, en caso de que ocurran.