Reducción de Mamas (Mastoplastía de reducción)
Mediante esta intervención quirúrgica para la reducción de mamas conocida como mastoplastía de reducción, logramos reducir y dar forma a las mamas, removiendo el exceso de glándula y piel.
Habitualmente debemos achicar y reposicionar el diámetro de las aréolas (la piel de color más rosado u oscuro que rodea a los pezones), que se han distendido por el peso de las mamas.
Las pacientes requieren este tipo de cirugía por distintas razones. Comúnmente manifiestan dificultades para realizar ejercicio físico, irritación crónica en el surco submamario, trastornos de columna vertebral, dolores de espalda o el malestar psicológico que provoca el excesivo volumen mamario.
Es conveniente realizar la cirugía una vez que la paciente ha desarrollado completamente sus senos.
Si las mamas no tienen un tamaño muy importante y solo revelan laxitud de la piel, luego de amamantamiento prolongado o descenso importante de peso, puede ser suficiente la pexia o levantamiento mamario para obtener un resultado estético adecuado.
Todas las pacientes deben realizar estudios preoperatorios y se analizan los factores de riesgo específicos en cada una de ellas.
La anestesia a utilizar, es una decisión que se toma conjuntamente con la paciente. Si bien podemos hacer uso de la anestesia general con internación por 24 hs.; hemos normatizado la cirugía de tal forma, que la mayor parte de las pacientes optan por ser operadas con anestesia local, sumada a una sedación proporcionada por el médico anestesiólogo; y luego de unas pocas horas de recuperación postoperatoria, pueden retirarse a su domicilio, (cirugía ambulatoria).
La cirugía puede demorar de 2 a 3 hs. dependiendo de la magnitud del procedimiento. Es común un vendaje de 3 a 5 días luego de la intervención, que luego reemplazamos con un sostén.
En las primeras 48 horas postoperatorias, es probable que exista dolor o disconfor en los senos, controlable con analgésicos. Luego, la evolución es bien tolerada.
Las pacientes retoman su rutina habitual, dependiendo de cómo cicatricen y cómo se sientan en un lapso de 7 a 10 días. Se debe aguardar más tiempo para retomar actividades deportivas.
Luego de la cirugía quedarán cicatrices.
Dependiendo del tamaño de las mamas, podrán ser de distinto tipo:
Periareolares.
Periareolares y verticales.
Periareolares, verticales y transversales, en T invertida.
En un principio se verán rojas, pero con el correr del tiempo, es esperable que su aspecto mejore y se atenúen.
Existe la posibilidad de complicaciones comunes a cualquier otro procedimiento quirúrgico como la aparición de hematomas, seromas, infección, cicatrices exageradas, distendidas, hiper o hipopigmentadas, etc.
En algunos casos, luego de la cirugía de reducción, pueden existir alteraciones de la sensibilidad del complejo aréola pezón, temporarias o definitivas; como asi también dificultades para el amamantamiento.
Es conveniente que la cirugía sea realizada por un especialista en cirugía plástica. Es sin duda alguna, la opción más segura para obtener buenos resultados y para enfrentar las complicaciones, en caso de que ocurran.